Adiós al modelo de transformación física: el próximo hombre murciélago quiere acabar con los cuerpos perfectos que vende el cine de superhéroes.
Se ha hablado mucho sobre cómo la presión por lucir siempre un físico perfecto ha perjudicado a muchas actrices en Hollywood y, por extensión, a la miles de mujeres que toman esa imagen irreal como ejemplo a seguir. Pero los hombres tampoco son ajenos a esta tiranía del cuerpo necesaria para triunfar en la industria. Sobre todo desde que se pusieron de moda las películas de superhéroes, cuyos responsables obligan a sus protagonistas a someterse a meses de duro entrenamiento y dieta estricta para lucir cada vez músculos más grandes en pantalla.
Una costumbre que Robert Pattinson, el próximo en encarnar a Batman en el cine, no está dispuesto a seguir. Y así lo ha explicado en su última entrevista con la edición británica de GQ, donde ha revelado por qué ha tomado la decisión de no seguir el programa de ejercicios que le han recomendado para convertirse en el famoso hombre murciélago.
“Creo que si te pasas el día entrenando eres parte del problema”, explica Pattinson desde la casa en Londres donde actualmente espera para continuar el rodaje de la película. Un hogar alquilado por los estudios Warner al que sus jefes han enviado pesas y material de ejercicio para que el actor siga la rutina diseñada específicamente para él por un entrenador personal.
“Tienes que sentar un precedente. Nadie estaba haciendo esto en los 70. Incluso James Dean nunca tuvo que estar tan en forma como exigen ahora”, justifica el actor, que cree que es responsabilidad de estrellas como él no fomentar la obsesión por físicos irreales que la mayoría de la sociedad nunca alcanzará.
“Recuerdo que cuando rodábamos Crepúsculo me pidieron una vez que me quitara la camiseta, y cuando me vieron, me pidieron que me la volviera a poner”, bromea Pattinson, que insiste que no está haciendo nada para cambiar su físico salvo “salir a correr con miedo a que me detengan” por aquello de estar saltándose el confinamiento; y seguir una dieta muy sencilla.
“Como mucha avena mezclada con polvos de proteínas sabor vainilla. También mucho atún que ni siquiera saco de la lata. Le pongo un poquito de tabasco encima y ya está”, asegura. “Sé que es raro, pero de verdad me gusta comer como un animal salvaje”, concluye entre risas.