by tatoCapcom desea que cada enfrentamiento con enemigos pueda ser mortal. (foto: captura)
Resident Evil 7 es una de las apuestas más arriesgadas de Capcom en los últimos tiempos: tras vender más de 14 millones de unidades entre Resident Evil 5 y Resident 6, el cambio de acción a survival horror es tan grande que la editora ha rebajado hasta los cuatro millones las expectativas de ventas del séptimo capítulo. El objetivo del equipo, además del terror, está en plantear un desafío atractivo para los seguidores, muy alejado de lo visto en episodios pretéritos de la serie.
Uno de los diseñadores de Resident Evil 7, Hajime Horiuchi, ha confirmado en la revista oficial de Xbox que el equipo buscaba “intencionadamente” plantear un desafío mayor que en los últimos capítulos numerados: “queríamos más miedo. Nos preocupaba que los juegos y los encuentros con enemigos no aportasen nada y que los jugadores no se sintieran aterrorizados o amenazados. Queríamos asegurarnos que en un encontronazo en solitario con un enemigo sea una amenaza suficiente como para acabar con su vida”.
Resident Evil 7. Se dice que Ethan, no es una máquina de matar como Chris Redfield o Leon S. Kennedy, y que las armas y municiones en la casa de los Baker no son tan habituales como en los capítulos centrados en la acción: habrá que medir cada movimiento en la primera partida.