¿Quien no vio alguna vez la mascara de V de Vendetta?
La máscara, diseñada por el ilustrador David Lloyd al margen de su creación en 1982, tomo trascenencia en 2005 luego del estreno de la película del mismo nombre
En el desarrollo de la idea, Lloyd escribió una nota a mano:
«¿Por qué no lo representamos como un Guy Fawkes resucitado, con una de esas máscaras de papel maché, una capa y un sombrero cónico? Se vería muy interesante y le daría a Guy Fawkes la imagen que ha merecido todos estos años. ¡No hay que quemar al tipo cada 5 de noviembre, sino celebrar su intento de volar el parlamento!” Moore comentó que, debido a la idea de Lloyd, «Todos los distintos fragmentos en mi cabeza de repente cayeron en su lugar, unidos detrás de la sola imagen de una máscara de Guy Fawkes»
En otra entrevista Lloyd nos dice:
…la máscara simboliza la resistencia sobre cualquier tiranía por eso se usa en China, en España, en Anonymous, en Occuppy Wall Street… porque puede ser usada como un símbolo de resistencia contra cualquier tiranía y por cualquiera; y el anonimato es muy válido, porque cualquiera tiene el derecho a protestar contra el sistema y hacerlo como un individuo cualquiera, todos somos parte de la sociedad y la sociedad tiene una identidad y sobre todo, cuando se combate a una tiranía no hay porqué identificar a nadie en concreto..
Pero, ¿De donde viene esta historia?
En 1604 Guy Fawkes se unió a un pequeño grupo de católicos ingleses liderados por Robert Catesby que planeaban asesinar al rey protestante de Inglaterra Jacobo I y entronizar en su lugar a la princesa Isabel
Uno de los conspiradores, Thomas Percy, fue ascendido en junio de 1604 y obtuvo así acceso a una casa en Londres que pertenecía a John Whynniard, encargado del vestidor del rey. Fawkes fue infiltrado como cuidador y comenzó a usar el seudónimo de John Johnson, sirviente de Percy.
De esta manera los conspiradores intentaron excavar un túnel desde la casa de Whynniard hasta el Parlamento inglés, aunque esta historia pudo ser un invento del Gobierno, porque no se encontró ninguna evidencia de este túnel. El propio Fawkes no admitió la existencia de este pasadizo subterráneo hasta su quinto interrogatorio y tampoco fue capaz de indicar la supuesta ubicación del mismo.
Lo que si es historia, es que hacia diciembre de 1604 los conspiradores estarían excavando el túnel cuando escucharon un ruido sobre sus cabezas. Fawkes fue enviado a investigar y regresó con la noticia de que la viuda del antiguo propietario de la vivienda estaba vaciando un sótano cercano, ubicado directamente bajo el Parlamento.
Los conspiradores alquilaron la habitación, que también pertenecía a John Whynniard. Abandonado y sucio, era un lugar ideal para colocar la pólvora que pensaban hacer estallar. De acuerdo con Fawkes, en principio compraron veinte barriles de pólvora y el 20 de julio otros dieciséis más. Sin embargo, el 28 de julio se retrasó la apertura del Parlamento hasta el martes 5 de noviembre por culpa de la epidemia de peste que sufría la ciudad.
Varios de los conspiradores estaban preocupados porque en el Parlamento habría correligionarios católicos en el momento de su apertura. En la noche del 26 de octubre un noble católico, William Parker, barón de Monteagle, recibió una carta anónima que le advertía que se mantuviera alejado del Parlamento porque el lugar iba a recibir un atentado.
A pesar de que tuvieron noticia del envío de esta carta por boca de uno de los sirvientes de Monteagle, los conspiradores decidieron seguir adelante porque «parecía claramente una broma». Fawkes revisó el sótano de los explosivos el 30 de octubre e informó de que nada había sido tocado. Sin embargo, Monteagle comenzó a sospechar y enseñó la carta al rey Jacobo. El monarca ordenó a sir Thomas Knyvet que procediera a un registro de los sótanos bajo el Parlamento, el cual se llevó a cabo en las primeras horas del 5 de noviembre. Fawkes estaba en su puesto de vigía desde la noche anterior, equipado con material incendiario y un reloj de bolsillo que le había dado Percy «porque debía saber cómo pasaban las horas». Fue descubierto y arrestado mientras salía del sótano, poco después de la medianoche. Dentro, las autoridades hallaron los barriles de pólvora ocultos bajo pilas de leña y carbón.
El juicio a los ocho conspiradores detenidos comenzó el lunes 27 de enero de 1606. Fawkes fue trasladado en la misma barcaza desde la Torre de Londres hasta Westminster con los otros siete confabulados.
El jurado encontró culpables a todos los acusados y el lord jefe de la Justicia, sir John Popham, los sentenció por alta traición.54 El fiscal general sir Edward Coke dijo a la corte que cada uno de los condenados sería arrastrado con la cabeza contra el suelo por un caballo hasta su muerte. Debían «ser puestos entre el cielo y la tierra porque no eran dignos de ninguno». Sus genitales serían cortados y quemados delante de ellos, tras lo que les extraerían las entrañas y el corazón. Entonces serían decapitados y desmembrados para que las partes de sus cuerpos se expusieran públicamente y se convirtieran en «comida para las aves de presa».
El 31 de enero de 1606, Fawkes y otros tres condenados –Thomas Wintour, Ambrose Rookwood y Robert Keyes– fueron arrastrados desde la Torre atados sobre unas vallas de zarzo hasta el patio del Palacio Viejo de Westminster, frente al edificio que habían intentado destruir. Sus compañeros de conspiración fueron ahorcados y descuartizados antes que él. Fawkes fue el último en subir al cadalso y pidió clemencia al rey y al Estado al tiempo que sostenía sus cruces cristianas. Debilitado por la tortura y ayudado por el verdugo, Fawkes comenzó a subir la escalera hacia la soga en que iba a ser ahorcado, pero ya fuera porque saltó del cadalso o porque la soga estaba mal colocada, consiguió evitar la agonía de la última parte de la ejecución rompiéndose el cuello. A pesar de todo, su cuerpo sin vida fue descuartizado y, como era costumbre, las partes se distribuyeron «a las cuatro esquinas del reino» para ser exhibidas como advertencia a otros traidores.
El 5 de noviembre de 1605 las autoridades animaron a los londinenses a celebrar que se había evitado el asesinato del rey con el encendido de hogueras, una ley del Parlamento, que estuvo en vigor hasta 1859, designó cada 5 de noviembre como día de acción de gracias.
En Gran Bretaña, el 5 de noviembre se ha llamado de varias maneras como Noche de Guy Fawkes, Día de Guy Fawkes, la Noche del Complot o la Noche de las Hogueras. En 1673, se convirtió en costumbre la quema de una efigie, normalmente del papa.
Aunque Fawkes no era el líder del complot, fue utilizado por los sucesivos Gobiernos como símbolo de los extremistas católicos y la celebración anual formó parte de la represión ejercida contra ellos durante los siguientes 200 años. Hasta 1797, los católicos no pudieron votar en las elecciones locales y, hasta 1829, en las elecciones al Parlamento inglés.
Verso Folk Ingles tradicional de 1870 que recuerda lo sucedido en el famoso atentado de la polvora de 1605
The Fifth of November
Remember, remember!
The fifth of November,
The Gunpowder treason and plot;
I know of no reason
Why the Gunpowder treason
Should ever be forgot!
Guy Fawkes and his companions
Did the scheme contrive,
To blow the King and Parliament
All up alive.
Threescore barrels, laid below,
To prove old England’s overthrow.
But, by God’s providence, him they catch,
With a dark lantern, lighting a match!
A stick and a stake
For King James’s sake!
If you won’t give me one,
I’ll take two,
The better for me,
And the worse for you.
A rope, a rope, to hang the Pope,
A penn’orth of cheese to choke him,
A pint of beer to wash it down,
And a jolly good fire to burn him.
Holloa, boys! holloa, boys! make the bells ring!
Holloa, boys! holloa boys! God save the King!
Hip, hip, hooor-r-r-ray!
Con información de: Wikipedia.