El dibujante de cómics estadounidense Bernie Wrightson, uno de los autores más conocidos del sector y cocreador del célebre personaje La Cosa del Pantano, ha fallecido hoy a los 69 años, «tras una larga lucha contra un cáncer cerebral», según un comunicado difundido por su esposa, Liz Wrightson. «Con enorme dolor tengo que anunciar el fallecimiento de mi amado marido, Bernie. Os agradecemos todos los años de amor y apoyo», agrega la mujer del dibujante.

La página web oficial del artista ofrece un amplio obituario que repasa su trayectoria. Bernie Berni —lo usó inicialmente para distinguirse de un atleta olímpico homónimo— Wrightson nació el 27 de octubre de 1948 en Baltimore, en EE UU, y se hizo célebre sobre todo gracias a sus ilustraciones y tebeos de terror. In 1966, empezó a trabajar para el diario The Baltimore Sun y dos años después comenzó su colaboración con DC Comics.A partir de ahí Wrightson siguió publicando sus trabajos, sobre todo relacionados con historias de terror, tanto en esa editorial como en su gran rival, Marvel: por sus manos pasaron personajes como Batman, Spiderman o Castigador. En 1971, cocreó, junto con el guionista Len Wein, La Cosa del Pantano; también es uno de los padres de Destiny, un personaje que se haría conocido sobre todo gracias a las novelas gráficas de Neil Gaiman.

En 1974, tras dejar DC Comics, se incorporó a Warren Publishing, donde ilustró decenas de tramas de terror en blanco y negro, tanto originales como adaptaciones de obras de Lovecraft o Poe.  Y un año después, junto con otros artistas como Jeff Jones, Michael Kaluta y Barry Windsor-Smith lanzó The Studio, un espacio creativo en Nueva York donde trataban de desarrollar cómics independientes.

Sus ilustraciones para una edición de Frankestein, de Mary Shelley, son uno de sus trabajos más conocidos. El propio Wrightson las consideraba una de sus mejores creaciones. Además, el artista dibujó portadas para discos de varias bandas, como Meat Loaf, y trabajó en películas como Los Cazafantasmas, Spiderman o La tierra de los muertos vivientes, de George Romero.