Los cordyceps son organismos que toman el control de los huéspedes que infectan.
The Last Of Us (HBO) es la serie del momento. En esta distopía, basada en el videojuego homónimo, hongos infectan a las personas y los transforman en una suerte de zombies. Los protagonistas, Joel y Ellie, deben abrirse camino entre estas criaturas, un régimen fascista que se instaló en Estados Unidos a raíz de la pandemia y la destrucción de la sociedad como la conocemos con el objetivo de sobrevivir.
Los hongos parásito que cooptan los cuerpos de los infectados se llaman cordyceps. Según se deja entrever al comienzo de la serie, esta especie logró una adaptación a la temperatura y, por lo tanto, son capaces de infectar los cuerpos de los humanos en cuestión de horas. La infección original se generó en un molino de harina de Indonesia y logró replicarse en todo el mundo por el consumo de alimentos hechos con esa harina.
La premisa del videojuego es real. Los cordyceps son un tipo de hongo (hay cientos de especies) que existen en la vida real. Son parásitos que con sus micelios toman el control del sistema muscular de insectos como cucarachas, arañas, hormigas, mariposas o escarabajos y se convierten en sus titiriteros.
Es decir, el bicho pierde totalmente su autonomía y responde a las “indicaciones” del hongo. Eventualmente, el cordyceps obliga a su huésped a acercarse a algún sustrato conveniente para la reproducción del hongo, lo consume por dentro y el insecto muere.
¿Esto puede ocurrirle a las personas? “Definitivamente no, no hay una posibilidad de que estos hongos tengan la misma función sobre humanos. Que algún cordyceps, en algún momento, se meta a parasitar un humano es imposible”, dijo a TN Byron Moreno, biólogo y becario del CONICET especializado en cordyceps.
Sin embargo, Moreno sí advierte sobre la resistencia que otros tipos de hongo están generando a los cambios de temperatura y cómo esto repercute en la salud de las personas: “Estamos viendo muchas micosis, enfermedades de piel causadas por hongos. Empiezan a darse muchos registros, sobre todo cuando la gente está inmunodeprimida. Eventualmente, tendremos una adaptación de los hongos a una temperatura mayor y estaríamos a la merced de estos organismos, no cordyceps, que puedan parasitarnos. Pero de ninguna manera alteraría nuestro comportamiento como lo plantea la serie”, explicó.
Si bien en The Last of Us, los cordyceps son planteados como grandes villanos en realidad son piezas fundamentales del ecosistema porque regulan el ambiente y mantienen controladas las poblaciones de insectos. Cuando hay una eclosión que altera el equilibrio de los bosques, una plaga, son los cordyceps los que se ocupan de recuperar el equilibrio.
Un hecho real que sí ocurrió y remite a la serie
En los primeros capítulos, uno de los protagonistas explica que la expansión masiva del hongo se dio por la contaminación en la harina. Todo comenzó en un molino en Indonesia. De allí surgieron toneladas de harina que se distribuyeron globalmente e infectaron a quienes la consumieron. Ese hecho, a mucha menor escala, sí ocurrió.
En la edad media, en Europa, se produjo el Fuego de San Antonio, una epidemia producto del consumo de pan de centeno infectado con un hongo parásito (ergotismo). Durante el siglo IX, especialmente en Francia y Alemania, era frecuente que los más pobres consuman pan de centeno, un cereal de menor calidad en esa época. En muchos casos, este grano estaba contaminado con el hongo Claviceps purpurea.
Al ingerirlo, las personas se intoxicaban y los síntomas iban desde convulsiones, delirios, gangrena y pérdidas de extremidades hasta la muerte. El síntoma más característico en los casos severos era sentir que las extremidades quemaban. De allí el nombre de la epidemia.
En la actualidad, los casos de ergotismo son poco frecuentes.