by tatoMatt Reeves, al contrario que sus predecesores, es un verdadero hijo de las viñetas. Y aparentemente ha seleccionado los elementos más representativos de su historia.
Repasamos aquí los más relevantes.
Hasta la llegada de Matt Reeves, ninguno de los cineastas que han trasladado a la pantalla grande a Batman habían sido lectores o aficionados del personaje o de su medio original. Burton reconocía que aunque le había llamado la atención Batman: La broma asesina -la emblemática obra de Alan Moore y Brian Bolland que redefiniera al Joker- lo que realmente le atraía del proyecto eran sus posibilidades estéticas y formales.
Menos querencia por el medio tendría Joel Schumacher, cuya traslación lisérgica del ecosistema de Gotham City provenía directamente de la versión casi apócrifa surgida del popular serial de los 60 y emblema del pop-art protagonizado por Adam West.
Nolan se acercaría algo más a diferentes elementos de la mitología del personaje, gracias a su hermano Jonathan y al guionista de Batman Begins, David S. Goyer, que le sugirieron que se inspirara en aspectos tonales y argumentales de dos trabajos emblemáticos de los 80 y 90: Batman: Año Uno de Miller y Mazzucchelli y Batman: El largo Halloween de Jeph Loeb y Tim Sale. Y que decir de Zack Snyder y su Batman V. Superman… Que hayas ojeado de manera superficial El regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller no te convierte en fan de los tebeos.
Pero lo de Matt Reeves es harina de otro costal. En la DC Fandom de 2020, tras la presentación del primer teaser de The Batman, protagonizaba un panel donde reconocía las fuentes de inspiración de su versión de Batman. Y a las ya archiconocidas referencias a Año Uno y El largo Halloween, introducía en liza una tercera influencia, Batman: Ego de Darwyn Cooke. Un relato solo conocido por los seguidores de las viñetas, que demostraba que Reeves sabía de lo que estaba hablando y que el personaje, al menos a priori, estaba en buenas manos.
Y aunque la influencia de estos trabajos se ven claramente reflejados en los avances que hasta el momento tenemos de la cinta, existen otras muchas obras, aparecidas en los últimos 30 años, que parecen haber influenciado y conformado también esta nueva versión del personaje. Repasémoslas una por una.
Batman: Año Uno de Frank Miller y David Mazucchelli (1987)
Esta representación adulta y realista de los orígenes de Batman, aparecida en su serie regular, es posiblemente la influencia más poderosa de la historia del personaje. Referencia fundamental de la trilogía de Nolan -sobre todo en Batman Begins- lo es también en la de Reeves. En primer lugar, por su coincidencia atmosférica y tonal, bañadas ambas en ocres y carmesí y sus referentes compartidos: la Nueva York del cine de los 70, en especial Taxi Driver de Scorsese y Contra el imperio de la droga de Friedkin.
Además, la polémica reinterpretación de Selina Kyle/Catwoman, convertida en una prostituta dominatrix del East End, parece ser referente fundamental de la versión de Catwoman interpretada por Zoë Kravitz. Sin olvidar que uno de los personajes principales de The Batman, el mafioso Carmine Falcone (John Turturro), apareció por primera vez en el seminal relato de Miller.
Batman: El largo Halloween de Jeph Loeb y Tim Sale (1996)
Uno de los elementos que menos se han desarrollado en todas las versiones cinematográficas del personaje ha sido su faceta detectivesca. Y Matt Reeves quiere demostrar a los espectadores porqué a Batman se le conoce como el mejor detective del mundo. Quiénes recuperaron ese elemento distintivo del personaje en las últimas décadas fueron los autores de El largo Halloween.
Una miniserie de trece entregas que continuaba el relato allí donde Miller dejaba Año Uno, para seguir contándonos los inicios del personaje en su segundo año de actuación -al igual que la cinta de Reeves- a partir de una trama que unía noir y whodunit, a partir de dos elementos: la transición de poder en Gotham de los gangsteres a los freaks y la identidad de Holiday, un serial killer que cometía sus asesinatos a partir de los festivos del calendario estadounidense.
Reeves acoge varios elementos. En primer lugar, la transformación de El Riddler de villano caricaturesco a sosías del asesino del Zodíaco, casi alter ego de ese Holiday que aterrorizaba Gotham. En segundo lugar, porque algunos de sus protagonistas principales, Catwoman, Carmine Falcone, esbozados por Miller y desarrollados por Loeb y Sale, son parte fundamental de la película.
Batman: Ego de Darwyn Cooke (2000)
El primer trabajo en el mundo del cómic del malogrado Darwyn Cooke reúne dos elementos clave en la versión Reeves. En primer lugar, sus atmósferas noir y art decó y su representación de Gotham City, proveniente de la serie animada de los 90, más lo introspectivo de su narración. Un enfrentamiento entre Bruce Wayne y su mayor enemigo, la figura de Batman. Algo que el rostro torturado y desencajado del Bruce Wayne de Robert Pattinson trae al recuerdo.
Batman: Dark Night, Dark City de Peter Milligan y Kieron Dwyer (1990)
Este relato en tres partes, aparecido a mediados de 1990, convierte por primera vez a la figura del Riddler en una amenaza cercana a otros personajes de la galería de villanos de Batman como Dos Caras o El Joker e introduce la idea de que Gotham City tiene una proto-historia desconocida. Ambos, elementos presentes en lo vislumbrado en los avances de The Batman.
Batman: Silencio de Jeph Loeb y Jim Lee (2002)
Un blockbuster en viñetas que introducía en sus doce ejemplares a todos y cada uno de los elementos icónicos de la historia del personaje, con una estructura narrativa heredera de El largo Halloween y que presentaba una nueva adquisición a la galería de villanos, Silencio, que se revelaba como Thomas Elliot, el mejor amigo de la infancia de Bruce Wayne. En los trailers de The Batman, somos testigos de que Riddler conoce la identidad que se esconde tras la máscara. ¿Es posible que Reeves haya introducido elementos de Silencio en su reinvención de Riddler?
Catwoman: When in Rome de Jeph Loeb y Tim Sale (2004)
Spin-off de El largo Halloween protagonizado por Catwoman, esta miniserie ahonda en la investigación de Selina Kyle acerca de la posibilidad de que sea la hija abandonada de Carmine Falcone. ¿Introducirá Reeves esta subtrama entre los personajes interpretados por Kravitz y Turturro?
Batman de Scott Snyder y Greg Capullo (2011-2016)
En el año 2011, Scott Snyder fue el encargado de renovar al cruzado de la capa. Y en su larga etapa, hay dos líneas argumentales fundamentales para poder suponer por donde pueden ir los tiros en la película de Matt Reeves.
En la primera de ellas, La corte de los búhos, Snyder fusiona las dos representaciones de Gotham City más relevantes de la historia del personaje: el delirio gótico e industrial imaginado por Anton Furst para el primer Batman de Burton y la visión realista planteada por Miller y Mazzucchelli en Año Uno. De esa fusión nace también la representación visual de la Gotham de The Batman.
Además, Snyder continúa su inmersión en la historia de Gotham y la familia Wayne (iniciada en Batman: Puertas de Gotham (2010)- y la amenaza en la sombra de una sociedad secreta que controla Gotham desde dentro, los mencionados Búhos. ¿Serán ellos los que están detrás de ese nuevo y remozado Riddler interpretado por Paul Dano?
Además, Snyder y Capullo se atrevieron a plantar cara al Año Uno de Miller con Batman: Año Cero, un relato que presentaba a un Batman primerizo, cuyo aspecto y gadgets guardan parecidos razonables con la apariencia del Batman de Pattinson y que, casualidades de la vida, convertía a Riddler en el primer villano al que se enfrentaría este joven Bruce Wayne.
Batman/Catwoman de Tom King y VV.AA.
La etapa de King al frente del personaje ha girado alrededor de dos elementos básicos: la creación de la figura de Batman por parte de Bruce Wayne como vía de escape al suicidio y la imposible y contradictoria relación de Batman y Catwoman, abocada a la tragedia. Dos elementos que parecen estar presentes en esta nueva versión de Reeves.
Habría muchos más ejemplos… Desde el proyecto nunca realizado de Francesco Francavilla (Batman:1972) a escisiones directas de la versión Reeves como Batman: El impostor, realizado por uno de los co-guionistas de la película, Mattson Tomlin, junto al ilustrador Andrea Sorrentino, quizá lo más cercano formal y temáticamente a la reinterpretación de Reeves. Pero solo el tiempo dirá si este The Batman será tan influyente como todos estos ejemplos que han servido de base para esta nueva interpretación.
