El cambio generacional y la hiperconectividad a través de internet generó que celebraciones como Halloween, asociadas por décadas solo a Estados Unidos, se convirtieran en un fenómeno global.
Ya no sorprende que los niños y adolescentes esperen esa fecha para vestirse como algún personaje de ficción o histórico o por qué no incluso de objetos cotidianos. Durante estas semanas comienzan a aparecer disfraces o cosplays de un nivel de elaboración asombroso, muchos divertidos y originales, mientras por otro lado están lo que prefieren el ingenio por sobre el presupuesto.
En ese grupo entraría Anucha «Cha» Saengchart, un malasio de 26 años, que a partir de su cuenta de Facebook Lowcost Cosplay se convirtió en un fenómeno global.
Cha abrió la cuenta en 2013 y al principio solo recibía críticas y bastantes burlas por sus diseños, al menos, extraños.
Comenzó con el animé, pero luego se animó a personajes más conocidos en todo el mundo, como los de Disney, superhéroes y clásicos del cine, por lo que su ‘trabajo’ comenzó a ser más popular. Eso significó más seguidores y allí la apreciación de los internautas con respecto a su arte.
Su popularidad no solo lo convirtió en uno de esos personajes que sumanlikes y followers, sino que generó toda una camada de lowcost cosplayersque lo emulan de todas partes del planeta. Es, en sí, el líder de su movimiento.
Pero su fama no lo convirtió en una celebridad, ya que debe seguir trabajando como cuidador de ancianos en un geriátrico de Bangkok.
Para confeccionar sus disfraces utiliza todo lo que está a mano y mucho ingenio. Pinturas, toallas, cables, papel, cinta adhesiva, harina, cualquier material que más o menos se adecúe al retrato que desea representar. Los resultados de esa elección están a la vista.
Además de ser una especie de líder de los malos disfraces también se convirtió en un ícono anti producción. La moda de los cosplays hiperelaborados y detallistas dejó hace tiempo de ser una moda de nicho para convertirse en un fenómeno transoceánico.
«Si uno mira a su alrededor descubre que se puede utilizar cualquier cosa para ser feliz. Hay que ser creativo y usar la imaginación», explicó Anucha en una entrevista al Daily Mail.
Anucha no tiene ningún problema en inventarse un traje con alimentos o simplemente con un marcador.
No tiene filtros, ni fronteras. Personajes masculinos o femeninos, todo da igual con el objetivo de ser original, pero siempre con un mínimo de inversión.
Resulta importante destacar que Cha no busca tomarse en serio lo que hace. Al contrario, en su cuenta de Facebook, que tiene más de 1 millón de seguidores, figura como comediante.