La inspiración de Miyazaki para formar el Studio Ghibli

author image by tato | Cine | 0 Comments | 01 Sep 2016

Miyazaki fue fundamental en la creación del estudio de animación japonesa, por eso te decimos qué dio origen a sus primeras películas

El Studio Ghibli , fundado en 1985 por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, se ha convertido en un estudio de animación conocido y respetado a nivel mundial. En su filmografía se aprecia una atmósfera en la que pareciera que hemos caído en un sueño; son filmes melancólicos que han logrado posicionarse en el mundo por la belleza y el mensaje de sus historias.

La historia del estudio comenzó con Hayao Miyazaki y las cintas Nausicaä del Valle del Viento y Castillo en el Cielo – 95%. El primer filme realizado por el estudio fue Laputa: Castle in the Sky, mejor conocido simplemente como Castle in the Sky en inglés, y en español Castillo en el cielo.

Esta película animada de 1986 fue dirigida por Miyazaki, quien ya había realizado en 1984 Nausicaä del Valle del Viento, la cinta considerada la primera del estudio, sin embargo, ésta fue creada por el estudio Topcraft, antes de que se formara el Studio Ghibli . Es considerada la primera porque fue fundamental para crear el Studio Ghibli y porque parte del equipo de producción que participó en ella formó parte después del estudio. Incluso el mismo Studio Ghibli la incluye dentro de su filmografía.

 

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¿Pero qué inspiró a Miyazaki para crear estas historias?

Castillo en el Cielo narra la historia de una joven de nombre Sheeta que viaja en una aeronave que es atacada por piratas que buscan obtener una piedra que ella lleva y que abrirá las puertas de la Fortaleza Celeste, una isla que flota en el cielo. Sheeta es ayudada por un joven para resolver los misterios de Fortaleza Celeste.

La idea para realizar esta película surgió cuando Miyazaki viajó a una ciudad en Galés durante las huelgas mineras de 1984. El cineasta quedó sorprendido cuando vio cómo había disminuido la industria y cómo los mineros luchaban para salvar su trabajo. En la cinta se puede ver esta influencia, pues el joven que ayuda a Sheeta, Pazu, trabaja en una mina para poder sobrevivir. En el filme hay una clara influencia de los pueblos de Galés, así como de la vestimenta de los personajes. Para Miyazaki lo más importante era transmitir a través de la cinta la fortaleza de los mineros.
La relación con la naturaleza es otra de las características de los filmes de Miyazaki, así como la convivencia entre los seres humanos y la guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial, su padre fue el responsable en la construcción de timones para aviones de combate, además de que el entonces Miyazaki de tres años, junto con su familia tuvo que ser evacuada a Utsunomiya y a Kanuma en Tochigi. El director recuerda los bombardeos que azotaban la ciudad, lo que lo marcó de por vida y por lo que se puede observar en sus filmes esta lucha constante por encontrar la paz. En Castillo en el Cielo se ve la pelea entre máquinas voladoras, al mismo tiempo que se envía un mensaje pacífico, claramente con una postura antiguerra. En el filme aparece un militar de raza blanca que muestra desprecio hacia los que son distintos a él, y para combatirlos decide utilizar un arma para probar su efecto. No es coincidencia que la escena sea parecida a la explosión de las bombas atómicas vividas en Japón durante la Segunda Guerra Mundial. El militarismo y la lucha de poder los contrapone con la fuerza de los jóvenes o niños, a quienes caracteriza por su optimismo. Ellos sí están en contacto con la naturaleza y tienen ideales que se imponen ante la codicia de los adultos. Aquí hay un reflejo del mismo director, quien fue testigo del desprecio hacia ciertas clases sociales menos favorecidas durante la guerra, así como la lucha de poder que sólo terminaba generando más conflictos en los que los niños perdían la inocencia.

En esta cinta, el hombre destruye lo que toca porque no busca comprenderlo, sólo apoderarse de él. Laputa es un lugar que posee cierta magia, pero al mismo tiempo tiene el poder de iniciar una guerra. Si bien los robots pueden vivir en armonía con el lugar, para el hombre esto resulta imposible.

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Basta recordar Nausicaä del Valle del Viento, cinta que permitió en parte la creación de Studio Ghibli, para ver cierta similitud entre la película y las experiencias de Miyazaki. La película se desarrolla tras una guerra mundial, cuando la humanidad se aferra por sobrevivir en un mundo contaminado, en el que habitan insectos mutantes gigantes y gases tóxicos. Mientras los demás ven a los insectos como enemigos, Nausicaä, princesa del Valle del Viento, se niega a verlos de esta forma, al mismo tiempo que intenta convivir o encontrar un sentido al bosque contaminado donde habitan. El conflicto con otro reino inicia cuando éste busca revivir a un Dios de la Guerra para luchar contra los enemigos. Aquí de nuevo vemos a una protagonista joven que hace todo lo posible por evitar una guerra. Busca comprender lo que para la mayoría es incomprensible, además que muestra cómo estamos condenados a repetir los mismos errores. Las mujeres se muestran fuertes, en palabras de director: «Muchas de mis películas tienen protagonistas femeninas fuertes, valientes, niñas autosuficientes que no se lo piensan dos veces antes de luchar por lo que creen con todo su corazón. Necesitarán un amigo, o un partidario, pero nunca un salvador. Cualquier mujer es capaz de ser una heroína tanto como un hombre». En otras cintas como La Historia de la Princesa Kaguya de 2013 también se observan estos aspectos característicos del estudio.

Los mensajes antibélicos, la relación hombre-naturaleza, el egoísmo, el poder, la lucha por un mejor mundo mientras otros se lo disputan, son algunos de los temas presentes en las cintas de Miyazaki que forman parte del Studio Ghibli. Recordamos las dos primeras películas del director porque fueron las que abrieron camino para las que estaban por venir y que formaron parte del hoy renombrado estudio. Nausicaä del valle del viento fue bien recibida en su país de origen, Japón, sin embargo el reto mayor era sorprender o llamar la atención de Occidente.

Hoy podemos decir que lo ha sido. En 2001, El Viaje de Chihiro fue reconocida en el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2002 con un Oso de oro y se convirtió en la primera película de animación japonesa en recibir un Oscar a Mejor película animada. Sin embargo, y con una postura firme el director no acudió a la ceremonia porque le “parecía deshonesto visitar un país que actualmente está bombardeando a Irak”.
El Studio Ghibli, cuyo nombre deriva del apodo utilizado por los italianos durante la Segunda Guerra Mundial para referirse a los aviones de exploración del Sahara, trajo un nuevo viento a la animación con historias frescas y a la vez complejas.

“Debes ver con ojos despejados del odio. Ver el bien en lo que es malo, y el mal en lo que es bueno. No comprometerse con ningún lado, pero sí hacer un voto para preservar el balance que existe entre los dos”. –Hayao Miyazaki

Fuente: Tomatotes