by tatoEn un primer momento, cuando Paul Verhoeven (cineasta neerlandés – u holandés) leyó la primera página del guion del film «RoboCop», escrito por Edward Neumeier y Michael Miner, lo descartó calificándolo de «pedazo de mierda».
De hecho, muchos afirman que agregó «…es todo lo que odio de Estados Unidos».
Para hacerlo cambiar de opinión, Barbara Boyle (ejecutiva de la productora Orion) envió a Verhoeven una reescritura con la sugerencia de que prestara atención al «subtexto» del film.
Y en este punto, tal vez debamos agradecer a Martine, la esposa de Paul Verhoeven, quien sí leyó el guion y animó a Verhoeven a darle una oportunidad, diciendo que el «alma» de la historia se encontraba en en alguien que perdió su identidad.
Al parecer, el guion tenía un tono tan satírico que no fue muy bien comprendido por el director neerlandés.
Por otro lado, Verhoeven imaginaba un film más serio, con un tono más cercano a Blade Runner. Sin embargo, Neumeier y Miner convencieron a Verhoeven enseñándole comics del personaje de «Judge Dredd» en donde ciertas situaciones aparentemente absurdas, encerraban una crítica «seria».
Finalmente, Verhoeven quedó convencido del concepto admitiendo que estuvo equivocado en su apreciación inicial.
De esta manera, se llegó a un film «serio» que hace uso de la sátira como una herramienta de crítica social «aguda». Todo orquestado por un director neerlandés que tenía escasa fluidez en el idioma inglés en que se rodó el film.
